¿AVANCE O RETROCESO?

A lo largo de mi vida he visto muchos cambios relacionados con las nuevas tecnologías, incorporando así nuevos conocimientos. Me paro a pensar y me pregunto; ¿Ha sido para mi un avance o un retroceso?

Supongo que un avance en el sentido que a medida que pasa el tiempo hemos evolucionado y como ya he dicho antes, adquirido más conocimientos. Pero no pensamos en lo que hemos perdido.

Un ejemplo podría ser el correo (cartas) substituido por el correo a través de e-mails.
Recuerdo que el contacto que mantenía con la gente de mi pueblo era a través de cartas y la alegría que me causaba al abrir el buzón y ver que había recibido noticias de mis amigos era una sensación inexplicable. Actualmente esa esencia la he perdido, ahora recibo las noticias a través del correo electrónico, siendo para mi un acto sin ninguna motivación.

Esto no solo sucede con las cartas, si no también pasa con los libros, hemos perdido la costumbre de buscar la información en las grandes enciclopedias que ocupaban medio salón de casa. Ahora introduciendo una palabra en el servidor encontramos la mayoría de veces la información que necesitamos y en el mismo momento.
Al viajar también recibimos comodidades ya que hemos cambiado los grandes mapas que no cabían al abrirse en el coche por los GPS.

Comodidad y rapidez, estamos de acuerdo que son las palabras que necesitamos en nuestras vidas ya que al ritmo que vamos es necesario tener al alcance cualquier sistema tecnológico.
Pero reflexionemos en lo que nos repercute.
En el caso de las cartas, hemos perdido el hábito y la ilusión de escribir a mano parte de nuestros sentimientos y sucesos de nuestras vidas. Y esto va en aumento, ya que lo que es escribir a lápiz y papel en un futuro se extinguirá.

En los colegios también se empieza a incorporar los ordenadores en las aulas donde los niños empezarán antes a teclear que a escribir. Se perderá los comienzos de la escritura, el escribir las letras del revés, palabras incomprensibles, escribir por primera vez el nombre, etc.

Sí es cierto que gracias a las nuevas tecnologías recibimos más comodidades, pero poco a poco perdemos muchas otras cosas o costumbres que nos llenan más de vida.